miércoles, 3 de octubre de 2012

LA DECLARACIÓN DE LA MAYORÍA DE EDAD DE ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS


En la vida existe una etapa en la cual podemos tomar ciertas decisiones y responsabilidades, además de adquirir cierta madurez emocional, y en el caso de A.A. también se llegó ese momento: se tenía que dejar el movimiento bien cimentado y estructurado para las generaciones venideras y que el programa se mantuviera tal y como inició. He aquí un breve resumen de lo que ocurrió en aquella convención donde participaron personas que influyeron en el inicio de este movimiento.

Durante los tres primeros días de julio de 1955, Alcohólicos Anónimos tuvo una Convención en San Luis, para conmemorar el vigésimo aniversario de su fundación. Allí la  comunidad declaró por sí misma haber llegado a la edad de asumir la plena responsabilidad, ahí mismo recibió de sus fundadores  y miembros antiguos, el cuidado permanente de sus tres grandes legados: Recuperación, Unidad y Servicio.

En la Convención pudo apreciarse ampliamente por primera vez que nadie inventó a A.A. que muchas corrientes de influencia y muchas gentes, algunas no alcohólicas, habían ayudado, por la gracia de Dios, a alcanzar el propósito de A.A.

Algunos de nuestros amigos no alcohólicos de los campos de la medicina, la religión y de la Junta de Custodios de A.A. habían efectuado el largo y penoso recorrido a San Luis para compartir aquella feliz ocasión y para comentarnos su propia experiencia de participación en el crecimiento de A.A. Había hombres como el clérigo Sam Shoemaker, cuyas primeras enseñanzas tanto inspiraron al Dr. Bob y a mí. Estaba también nuestro amado Padre Dowling cuya inspiración personal y cuya recomendación de A.A. al mundo hizo tanto para lograr que nuestra sociedad llegara a ser lo que es. Estaba el Dr. Harry Tiebout, nuestro primer amigo en la psiquiatría, quien muy temprano empezó a usar los conceptos de A.A. en su propia práctica profesional, y cuyo buen humor, humildad, visión penetrante y valor tanto han significado para nosotros.

Además se habían presentado los medios de prensa y televisión y una carta dirigida de la Casa Blanca hacía más interesante ese momento, esto era lo que acontecía: el reportaje de Jack hizo que A.A. fuera una institución nacional, y lo hizo a él convertirse en uno de nuestros mejores amigos y finalmente, en uno de nuestros custodios.
La clase de ayuda que le proporcionamos a Jack Alexander, es decir, nuestro servicio organizado de información pública, es un ingrediente vital en nuestras relaciones públicas que la mayor parte de los A.A. nunca han visto. Pero en el salón de prensa de San Luis, los visitantes vieron un aspecto del servicio, trabajando en esta oportunidad para la misma convención. Allí estaba Ralph, manejando nuestros contactos con la prensa. Se encontraba rodeado de teléfonos y mecanógrafas, cantidades impresionantes de despachos de prensa, comunicados, telegramas que entraban y salían, todos los apartados de su oficio. Ahora bien, ¿qué estaba haciendo y por qué?, ¿podría ser esto una alharaca publicitaria, algo distinto o totalmente contrario a las Tradiciones de A.A.?

Nada de eso. Ralph estaba atendiendo este trabajo simplemente para ayudar a nuestros amigos de la prensa, la radio y la televisión. El mundo entero deseaba saber acerca de nuestro vigésimo aniversario. Los periódicos y revistas deseaban entrevistas y despachos de prensa. Los locutores de radio y televisión querían también sus reportajes. La gente deseaba que nosotros explicáramos lo que queríamos decir cuando afirmábamos que A.A. había “llegado a su mayoría de edad”.

Nuestros amigos en A.A. y millones que no eran de la comunidad deseaban leer, escuchar y ver, y ciertamente nos correspondía a nosotros suministrar esa información. No siempre se trataba de comunicarnos con ellos; muchos de ellos querían comunicarse con nosotros, especialmente alcohólicos y familiares que todavía se encontraban sufriendo. Los padres de familia de la ciudad de San Luis enviaron sus más calurosas felicitaciones, y esto nos recordó su generosidad al proporcionarnos el Auditorio Kiel en forma gratuita. Además recordamos la maravillosa cordialidad de los grupos locales de la ciudad, los hospitalarios clubes y las muchas fiestas que se organizaron.

Al auditorio Kiel nos llegaron telegramas de la gente A.A. y de los grupos de todas partes. Uno de los momentos culminantes de la Convención tuvo lugar cuando apareció este mensaje:
Lugar de origen: La Casa Blanca; Remitente: El Presidente de los Estados Unidos.
Por favor, comuniquen a todos los participantes en su reunión del vigésimo aniversario mis buenos deseos por el éxito de su Convención. La historia de crecimiento y servicio de su sociedad es una inspiración para aquellos que, a través de la investigación, la perseverancia y la fe, se mueven en busca de la solución de muchos serios problemas de salud personal y pública.
Dwight D. Eisenhower

Cuando se leyó este telegrama a la Convención, experimentamos una gran emoción mezclada con una profunda humildad. A.A. había llegado verdaderamente a su mayoría de edad. A los ojos del mundo habíamos vuelto a ser ciudadanos completos y responsables.


Como pueden leer compañeros, muchas personalidades estaban reunidas para realizar un acto protocolario y declarar que A.A. ya era responsable e independiente, así que puedes leer toda esta información en el Libro A.A. Llega a su Mayoría de Edad. Y además Bill W. cuenta la emocionante historia de cómo empezó A.A., cómo se desarrollaron los Pasos y las Tradiciones, y cómo fue creciendo la Comunidad de A.A.

1 comentario:

  1. Pero que tiene que ver la agrupación de 4y5 paso con Alcoholicos Anonimos, no somos iguales, esto si es el colmo es un engaño

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