lunes, 14 de marzo de 2016

¿CÓMO FUERON ESCRITOS LOS DOCE PASOS?


Bill W. y el Dr. Bob tenían la firme intención de dar a conocer la solución con la que lograron dejar de beber, querían publicar un libro y esto se llevaría algo de tiempo, así que, para que no se distorsionara el mensaje necesitaban puntualizar los principios que a la postre serían los Doce Pasos, esta es la historia:

En 1937, el Dr. Silworth llamaba con frecuencia a Bill para decirle que tenía un prospecto: Fitz M. fue el primero y Hank P. el segundo. Hank estaba lleno de ideas y ahora Bill se había asociado con él en una de sus muchas aventuras de negocios. Esta consistía en un plan para organizar a los expendedores de gasolina del norte de New Jersey para formar una organización cooperativa de compras. Tenía un nombre: Honor Dealers (Distribuidores Honrados), una dirección: 17 William Street, Newark y una secretaria: Ruth Hock.
Ruth se convirtió en la primera no alcohólica al tener un contacto constante con Bill W. y Hank P., ella atendía a las visitas que en ocasiones eran borrachos, hasta llegó a ver cómo realizaban oración arrodillados, eso la conmovía y se llenaba de deseos por ayudar a otro ser humano.

A mediados de 1938, Ruth, mecanografió el manuscrito que tenia Bill, recordó que llegaba a la oficina con varias hojas de papel amarillo a rayas, con notas delineando en general cada capítulo. "Lo que entendí", recordó, “fue que esas notas eran el resultado de mucho pensar, después de horas de discutir los pros y los contras con todo el que pudiera estar interesado. Esa es la manera en que recuerdo que vi por primera vez un perfil de Los Doce Pasos".

Este boceto no eran los Doce Pasos que conocemos en la actualidad ya que aún había más por descubrir, al mismo tiempo Bill W. escribía los capítulos del Libro Azul, de hecho él aseguró que los textos deberían tener fuerza y ser completos:
"No debe haber una sola excusa que sirva al alcohólico racionalizado para evadirse rápidamente". Bill estaba a punto de escribir el famoso Capítulo Quinto, Cómo Funciona.
De acuerdo con Bill, su programa personal directo había sido un procedimiento muy consistente, que contenía seis pasos para lograr y mantener la sobriedad. No hay evidencia de que el Grupo Oxford tuviera un programa así de específico, sin embargo, prevalecieron las ideas de él en estos seis pasos originales, según la lista que hizo Bill:
-       Admitimos que estábamos derrotados, que éramos impotentes ante el alcohol.
-       Hicimos un inventario moral de nuestros defectos o pecados.
-       Confesamos o compartimos nuestras limitaciones en confidencia con otra persona.
-       Hicimos restituciones a todos aquellos que habíamos dañado por nuestra manera de beber.
-       Intentamos ayudar a otros alcohólicos sin pensar, en lo absoluto, en recompensa en dinero o prestigio.
-       Rezamos a cualquier Dios que pensamos que existiera, para obtener la fuerza para practicar estos principios. 

Aunque estos pasos habían ayudado a la recuperación de los alcohólicos de Nueva York y Akron, Bill sintió que el programa todavía no era definitivo. "Quizá nuestros seis trozos de verdad se deben romper en partes más pequeñas", afirmó. "Así podríamos llegar mejor hasta el desamparado lector distante y, al mismo tiempo, podríamos ser capaces de ampliar y profundizar las implicaciones espirituales de toda nuestra presentación". Lo más impactante fue como llegaron a ser doce pasos:
Bill dijo que escribió Los Doce Pasos mientras estaba acostado en la cama, en el 182 de Clinton Street, lápiz en mano y con un block de hojas amarillas a rayas en su rodilla. Dijo Lois que los escribió en la cama, no porque realmente estuviera enfermo, aunque no se sentía bien, y si podía acostarse, lo hacía: "Estaba en la cama,  ese era el mejor lugar para pensar".
Al empezar a escribir, pidió guía y se relajó. Las palabras empezaron a volcarse con asombrosa velocidad. Completó su primer borrador aproximadamente en media hora, luego siguió escribiendo hasta que sintió que debía detenerse y revisar lo que había escrito. Al numerar los pasos, encontró que sumaban doce, un número simbólico; pensó en los Doce Apóstoles y pronto quedó convencido de que la Sociedad debería tener Doce Pasos.
Se ha perdido el primer borrador de los Doce Pasos, tal como Bill lo escribió esa noche. Esta es una reconstrucción aproximada de la manera en que los escribió la primera vez:
-       Admitimos que éramos impotentes ante el alcohol; que nuestras vidas se habían vuelto ingobernables.
-       Llegamos al convencimiento que Dios podría devolvernos el sano juicio.
-       Tomamos la decisión de poner nuestras voluntades y nuestras vidas bajo el cuidado y dirección de Dios.
-       Sin miedo hicimos un minucioso inventario moral de nosotros mismos.
-       Admitimos ante Dios, ante nosotros mismos y ante otro ser humano la naturaleza exacta de nuestros defectos.
-       Estuvimos enteramente dispuestos a que Dios nos liberara de todos estos defectos de carácter.
-       Humildemente, de rodillas pedimos a Dios que nos liberara de nuestros defectos, sin que retuviéramos nada.
-       Hicimos una lista completa de todas aquellas personas a quienes habíamos ofendido y estuvimos dispuestos a reparar el daño que les causamos.
-       Reparamos directamente a cuantos nos fue posible, excepto cuando el hacerlo implicara perjuicio para ellos o para otros.
-       Continuamos haciendo nuestro inventario personal y cuando nos equivocábamos lo admitíamos inmediatamente.
-       Mediante la oración y la meditación buscamos mejorar nuestro contacto con Dios, rezando sólo para conocer su voluntad para nosotros y la fortaleza para cumplirla.
-       Habiendo tenido una experiencia espiritual como resultado de este curso de acción, intentamos llevar este mensaje a otros, en especial a alcohólicos, y practicar estos principios en todos nuestros actos".
Pero la historia no termina ahí, aun después de presentar estos pasos hubo algunas discusiones y sugerencias para que este sea perfecto el día de hoy, toda esta historia la puedes leer completa en el libro Transmítelo en el Capítulo Once. Así que no dejes que te la contemos, ¡tú la puedes descubrir…!

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