Servicio del Quinto Paso

Muchos de nosotros llegamos a pensar que la Experiencia inicia cuando salimos hacia la Hacienda, pero no es así, en realidad comienza desde que se pasa el mensaje a otra persona, a partir de ese momento es mucho el trabajo que se realiza: entrevistar al recién llegado, las siete juntas de preparación, recoger aportaciones, entre otras cosas.

Una vez en la Hacienda después de la cadena de bienvenida, el que inicia el trabajo en este lugar es el coordinador central de juntas de preparación, él es quien da la bienvenida a los escribientes y presenta al encargado de leer y explicar el quinto paso (quintopasero).

Para nosotros este servicio es de mucha importancia porque antecede al coordinador y su responsabilidad es preparar el camino, así que es fundamental que sea realizado de la mejor manera y esta es, inspirado por Dios.

Aunque muchos de los hechos que participa este compañero ya fueron dichos en las juntas de preparación, no son tan detallados y tampoco es lo mismo hablarlos en el terreno de las debilidades. Así que, en el quinto paso es donde por primera vez el escribiente escuchará abiertamente hechos sexuales fuertes, incluso aberrantes, es ahí dónde se habla en forma directa del egoísmo que portamos y el terrible daño que hemos causado por éste, también quedará claro que la soledad es un problema grave y que nos llevo al alcoholismo, la drogadicción y a la desgracia en la vida, además en el cierre de su participación transmite la esperanza que brinda la práctica del 4º y 5º Paso.

Si este servidor se preparó y principalmente se dejó inspirar por Dios, habrá dejado la sala caliente; es decir con reacción en los escribientes y lista para que entre el coordinador.

Ya que es el parte aguas de la Experiencia la persona que realice este servicio debe tener ciertas características:

Debe ser hombre, perteneciente a la mesa de servicio, con varios años sobrio y comprometido con el grupo. Si el grupo es pequeño, la persona que realice el servicio debe tener al menos un año de sobriedad. Es muy importante que esta persona se prepare para dar el Quinto paso leyendo y reflexionando con su vida párrafo por párrafo, esto lo hará con otra persona que haya realizado este servicio o con el mismo líder.

Una vez que se haya preparado, en la semana que sale a la Experiencia, debe tomarse unos momentos a solas en su casa o en el grupo, va a imaginarse en el pasillo y como si ya estuviera dando el Quinto Paso, lo va leer en voz baja, y en cada párrafo reflexionará lo que va a decir, sintiendo los hechos y viviendo la forma en que los dirá, esto le servirá para medir el tiempo de su participación y le dejará más claro la forma en que realizará su servicio. Antes de hacer este ejercicio debe hacer oración pidiéndole a Dios que lo proteja y lo ayude a concentrarse en esta profunda meditación.

Cabe aclarar que esto sirve para recordar mejor los hechos de su vida y como ensayo, más no se tiene que sistematizar el servicio, nosotros como seres humanos hacemos nuestro trabajo, pero una vez estando dentro del pasillo Dios determinará que es lo que este compañero va hablar.

Es recomendable que este servidor vaya a la Experiencia desde la Avanzada, así tendrá tiempo de relajarse dentro de la Hacienda y si tiene dudas aclararlas con algún compañero. Debe elegir a una o dos personas para que lo apoyen durante su participación, éstas le informarán el tiempo que lleva y le darán té o café, se deben poner en cada extremo del pasillo y es conveniente que tengan experiencia tirando el Quinto paso, ya que habrá ocasiones dónde le darán sugerencias.

Antes de entrar a dar el Quinto paso, se hinca y le pide a Dios que haga a un lado su manera de pensar cómo: el miedo a hacerlo mal porque lo van a regañar, el pensamiento de lucirse en el pasillo, o creer que él va a reventar a los escribientes, etcétera.

Una vez en el pasillo, se presenta con voz fuerte y a sí mismo lee y transmite su experiencia, es muy importante que no exagere ni invente hechos con la idea de llegarle a los escribientes, su propia experiencia, así tal cual sucedió, darán el puente de comprensión, de lo contrario terminaría siendo una simple actuación.

Si durante su participación llegan las ganas de llorar, debe dejar salir el sentimiento únicamente cuidando que se entienda lo que habla, si no llega el sentimiento, no hay problema, no necesita fingir que llora. Debe dar la confianza a los escribientes, es decir, que todo lo que van decir aquí se queda, nadie se va enterar; aclarar que la verdad los hará libres y que no van a ser juzgados ni criticados, pues están en el lugar indicado para decirlo todo. Al terminar brinda la esperanza contando algunas de las bendiciones que ha recibido a través de haber vivido esta Experiencia.

La duración del Quinto paso es de una hora a una hora con quince minutos máximo.

Es necesario que al concluir con su servicio se dirija a la capilla para darle gracias a Dios por acompañarlo, entregar su historial y si algún hecho de los que hablo le sigue lastimando debe ponerlo en sus manos.

Después de esto, es necesario que se relaje y únicamente le preguntará a la o las personas que lo apoyaron, cómo vieron el Quinto Paso, si le faltó o si le pueden decir algo para mejorar la siguiente ocasión,, si el líder o el Coordinador tienen alguna observación se lo harán saber, no es necesario que el valla a preguntarles.

En lo que resta de la Experiencia él se integra al trabajo donde le indique la Mesa de Servicio. Debido a que en el Quinto paso habló de sus hechos sexuales, materiales y sociales, lo conveniente es que de ser necesario sólo participe hasta la Quinta pregunta.

De acuerdo a nuestra experiencia, éste es uno de los servicios más intensos y satisfactorios dentro de los grupos de 4º y 5º Paso, la paz que se siente después de un rato de haberlo realizado es indescriptible, además que a la hora de los apadrinamientos el “Quintopasero” es regularmente elegido, pues gracias a su experiencia vertida habrá muchos escribientes que se identificarán con él.